17.11.12

Y entonces llegó ella

Ágora tiene un carácter muy apacible, curioso y tranquilo. Es una coneja jovencita, la adopté cuando acababa de cumplir justo un año.

Cuando llegó, mis chicos la tomaron por una especie de gato raro y les daba miedo. Ella estaba ansiosa por jugar con ellos y se dedicaba a perseguirlos por la casa, lo cual era bastante gracioso. La de giros que da la Naturaleza. Al principio Oreo, a la que le gusta interactuar con todo, se dedicaba a darle los consabidos manotazos de: ¿pero esto qué es? Y cuando Ágora se subía en el cojín gatuno, se empeñaba en echarla hasta que por fin aprendió a tolerarla. Los otros pronto se animaron también y aunque de vez en cuando se les escapa algún manotazo -como hacen con el resto de los gatos- es frecuente encontrarlos a todos viendo sin pestañear el canal gatuno -mi ventana- en el que siempre echan "Palomas y gorriones".

Siempre tengo la jaula abierta para que salga y entre cuando quiera, aunque la cierro por la noche normalmente porque a veces los gatos quieren usar su arena, sobre todo Edgar que siempre ha tenido la maldita costumbre de ser el primero que marca los areneros y no le entra en la cabeza que haya uno que no pueda utilizar. Además, el otro día le puse a Ágora un buen puñado de heno que se acabó con mayor rapidez de la usual... y todo se aclaró cuando pillé a Edgar masticando hebras dentro de la jaula esta mañana. Si es que es de lo que no hay.

Aunque puede parecer inocente, Ágora es una cone de armas tomar. Si en un descuido se me olvida por la mañana abrirle la jaula, empieza a mordisquear los barrotes en plan: ¡eh, estoy aquí! Y si tiene hambre, con levantar el comedero tiene bastante. Le gusta pasearse por toda la casa y olisquearlo todo, si te sientas en el suelo enseguida se acerca y empieza a curiosearte. Es una sibarita y por ahora sólo he encontrado una chuche que le guste.

Sinceramente, mi mayor problema con ella es el pelo. Le crece muy rápido y el pelo que tiene alrededor de los ojos hace que muchas veces no pueda ver, por lo que tengo que estar atenta y con las tijeras en la mano cada poco. Yo nunca he sido mañosa para la peluquería, de pequeña no sabía que hacer con esas muñecas que consistían en una cabeza a la que le hacías moñitos y trencitas, y a lo mejor le ponías maquillaje, me desconcertaban. En cambio, siempre quise cortarles el pelo a las barbies pero mi madre no me dejó y así terminó mi creatividad peluquera de por vida. Hasta ahora, que me veo obligada a hacerle apañillos a la cone y claro, cuando termino parece una especie de punky en miniatura. Son los únicos momentos en los que estoy segura de que en la prote me han dado una conejilla y no una bola de pelo con ojos :-P

Si alguna vez necesitáis relleno para la almohada, contactad conmigo. Es impresionante quitarle el 30-40% del pelo y que eso suponga por lo menos medio kilo. Esta mañana también le ha tocado peluquería. Al principio se resiste, pero luego empieza a ver mejor y parece entender que no es tan traumático. Creo que le ha gustado el resultado porque se ha ido alegremente a pasear su look por la casa, desde luego debe sentirse mucho más ligera.

Entró en enero en la protectora siendo casi un gazapo, lo que me lleva a pensar que fue un regalo de Navidad que no gustó. Eso de dejarla en la calle en invierno... de verdad que hay gente para todo.

A veces se pone a chuparme, imagino que será su forma de acicalarme, un comportamiento social entre conejos muy arraigado aunque no por eso deja de ser un halago.

Cuando no está de paseo, se tumba tranquilamente en cualquier rincón o se acerca a algún gato para saludar. Ellos ya van asimilando el extraño lenguaje de Ágora, por lo que pegan menos respingos cuando ella se acerca para olisquear y no es raro tampoco que sean ellos los que se acerquen a olerla a ella. Sin embargo lo que más me gusta es verlos juntos tumbados mirando por la ventana, la proximidad es un factor que da idea de la relación de cualquier ser vivo con otro y creo que el estar a menos de diez centímetros entre ellos es indicador de que la cosa va bien. Tal vez con el tiempo se animen a acicalarse entre ellos, aunque todavía es algo que queda por ver.

Y aquí os dejo una foto con el resultado de mi nefasta pero práctica peluquería -espero que ella me perdone-:


18.10.12

El conejo, ese gran desconocido

Para las que tenemos gato, tener un conejo no es tan extraño como pueda parecer. De hecho son bastante parecidos en la mayoría de los comportamientos. No es un animal que normalmente se encuentre en las casas y es cierto que al igual que los hurones, las iguanas y otros animales exóticos, comenzaron en nuestro país siendo una "moda". Como sabemos, que un ser vivo se convierta en moda da lugar a que cuando la moda se pasa, el animal termine en la basura. No soy partidaria de comprar ningún animal, pero mucho menos un animal exótico, ya que contribuímos a que se termine sacando a animales en libertad de su ambiente para la explotación comercial. Pero ¿qué pasa con todos aquellos que son tirados a la basura pero que sobreviven? Que terminan en la perrera, metidos muchas veces al lado de perros, gatos, e incluso en la misma jaula, os podéis imaginar lo que supone para el animalito en cuestión. Por eso hay protectoras especializadas en estos problemas, donde podemos poner nuestro granito de arena adoptando a alguno de estos animales exóticos y darles una segunda oportunidad.

El tema del conejo como animal de compañía es más antiguo de lo que pueda parecer. Ya en el siglo XIX se especializaban en muchos países, y puede incluso que antes, en obtener razas de conejos con ciertas particularidades. 

Hay muchas razas de conejo de distinto tamaño, siendo las más famosas la de angora y la belier. En cuanto a comportamiento son muy parecidos (tímidos, exploradores y cariñosos) existiendo por supuesto las diferencias de personalidad de cada individuo. Es necesario ser consciente de las necesidades y problemas que plantea cada raza para poder atender a nuestro conejo como necesita.

Un conejo es un animal sociable. Necesita la interacción constante con el grupo: mimos, juegos y acicalamiento. Con los gatos tienen mucha semejanza en cuanto a una serie de cosas:

-No les gustan los ruidos fuertes.
-Se ocupan personalmente de su aseo y son animales muy limpios.
-Hacen sus necesidades en una bandeja higiénica por extraño que pueda parecer.
-Es fácil de mantener si nos ocupamos de darle heno (60% de su dieta), pienso (30%), algo de verdura y fruta (10%) y por supuesto, agua.
-No precisa de paseos como el perro, pero si queremos podemos ponerle un arnés y sacarlo a pasear siempre que tenga las vacunas en regla. (Hay gente que lo hace, doy fe, y la cosa es que el conejo se lo pasa pipa yendo al parque).
-Lo ideal es no tenerlos en una jaula, sino sueltos por la casa, aunque puedan acceder a ella para alimentarse, dormir o hacer sus necesidades.
-Les gusta tomar el sol, repantingarse en cualquier lado y son animales muy curiosos.
-¡Ronronean! No exactamente como los gatos, pero hacen un ruido con los dientes que es el equivalente al ronroneo gatuno, ya que indica que se encuentran a gusto.
-Responden a su nombre, les encantan las golosinas y siempre tienen a bien acercarse a ti cuando saben que es hora de comer. También tienden a ignorarte si no le interesas mucho en ese momento.
-También hay que esterilizarlos, porque a veces tienen celos muy fuertes que los vuelve agresivos o destrozones, además de que si el conejo no va a tener mínimo una camada al mes, no tenerlo esterilizado es una irresponsabilidad.
-Precisan de vacunas anuales y cortarles las uñas de vez en cuando.
-Es mejor tener dos que uno.
-Las presentaciones con otros miembros de su misma especie o de otra diferente, son prácticamente iguales que la de los gatos. Explicaré esto más detenidamente en otro post.
-No te arañan las cortinas, pero pueden mordisquear los cables si no los tienes protegidos o escarbar en el suelo, práctica suya relativamente habitual.

Las principales ventajas que tienen son dos: son silenciosos y económicamente fáciles de mantener. Para alguien que tiene gatos es más fácil adaptarse a ellos porque no supone una gran diferencia, eso sí,: el sentido del humor de los conejos es distinto al de los gatos y también hay que aprender un poco acerca de su lenguaje.

Y aquí os dejo un vídeo precisamente de La Madriguera acerca de un mini-reportaje que les hicieron para que veáis todo esto un poco mejor.



17.10.12

Ágora

Otra vez lo he vuelto a hacer. Qué falta de disciplina la mía. Es que esto del verano aturde, te reblandece el cerebro y piensas... ¿actualizar? ¡pero si hace 40º C! Así no hay quien ordene el pensamiento. Y luego llega Septiembre, mes maldito donde los haya, y te deja k.a.o. Y claro, así no se puede ser responsable.

¿Os acordáis de que había nuevas noticias? ¿Que venía algo que hacía "tap, tap, tap" al caminar? Al principio ni yo sabía quién iba a ser, porque me había decidido a adoptar en una protectora y claro, no siempre por quien preguntas es finalmente quien se va a vivir contigo.

Fue en Mayo cuando vino mi nueva compañera de piso. Gris, peluda, exploradora, simpática y algo asustadiza.

Aquí unas fotosde la señorita:






¿Gatos y conejos? ¿Pero esa mezcla da resultado?
Juzgad por vosotros mismos:




Están sobre un colchón viejo que tenía para el arrastre, así que en lugar de tirarlo...
(Darwin está en la esquina superior derecha, decidió en el momento de echar la foto que iba a estar más fresquito en el suelo)

He adoptado a Ágora en La Madriguera, una protectora madrileña que se dedica a recoger pequeños animales: cobayas, hamsters, tortugas, chinchillas, pero sobre todo conejos que la gente abandona en la calle o que terminan en la perrera. Y es que con esto de la crisis ya da igual que seas gato, perro, conejo o colibrí. Si eres un gasto, eres un gasto, y la gente no tiene reparos en dejarlos en la calle o en el campo donde mueren muy a menudo.

En fin, si os animáis a adoptar alguna vez un pequeño bichillo, esta protectora estará encantada de atenderos. Han estado construyendo un santuario para poder recoger más conejos, ¡si supiérais cuantísimos se abandonan! Si no fuera tan triste, parecería ridículo.

He vuelto y tengo muchas cosas que contaros :)

30.6.12

Pequeños conocimientos sobre gatos

El otro día asistí a una charla sobre comportamiento felino impartido por un etólogo y me dijo algunas cosas que desconocía, así que las comparto con vosotros:

1. El marcaje de orina hecho por gatos no debe limpiarse ni con lejía, ni con amoníaco, ni con vinagre, pues son potenciadores del olor y estaréis invitando al gato a que orine de nuevo en el mismo sitio. En cambio, hay que lavar la superficie marcada con detergentes (tipo oxi-action) o sprays enzimáticos, de venta en supermercados.

2. Cuando juguéis con vuestros mininos y el láser y vayáis a dejarlo, el último lugar donde el gato debe ver el láser antes de que terminéis el juego es en un muñeco o similar, para que el gato no se vuelva loco buscando la luz que, repentinamente, ha desaparecido.

3. Los productos Feliway caducados... no importa si se siguen utilizando un poco más. Como no tiene efectos secundarios, lo peor que puede pasar es que no sea eficaz.

4. Los gatos segregan feromonas en las mejillas, el mentón, las almohadillas de las patas y el ano. Pero también en el final de la espalda/principio de la cola. Por eso cuando a veces acariciáis a los gatos por el lomo tienden a levantar los cuartos traseros y la cola: es para marcaros mejor.

5. Si observáramos a los gatos en su día a día, veríamos que siempre hacen el mismo recorrido por la casa, siempre siguen el mismo camino aunque tengan todo el espacio libre. Para lograr establecer rutas dentro del entorno doméstico marcan las partes más sobresalientes de los objetos: así saben guiarse en un entorno seguro.

Como sabéis soy una agonía a la hora de leer sobre gatos, de modo que si encuentro anécdotas curiosas o datos importantes me gusta darles difusión, que luego escuchas unas barbaridades por ahí...

20.6.12

Arriba Darwin!

Darwin está mucho mejor. Ya ha pasado lo peor y ahora lo que toca es hacerle un análisis para ver cómo tiene los riñones. Ha respondido a la dieta y ha regulado al fin sus idas y venidas al arenero. Vuelve a hacer vida con normalidad, salvo porque come un pienso diferente. Aunque el síntoma más claro de su recuperación es que intenta robar comida del plato de los demás, signo inequívoco de volver a retomar su cargo de gordito feliz de la casa.

Siento no estar muy volcada en en blog estos días, vuelvo a estar de exámenes además de situaciones varias que están afectando mi vida. Siento no haber respondido a vuestros comentarios como mereceríais, me he limitado a leerlos y publicarlos sin más.

Saludos a todos y gracias por pasaros por aquí.