13.1.12

Una breve anécdota antes de comer.

En esto que preparo una estupenda ensalada de pasta con su tomate y su jamón york y le pongo una salsa de yogur con mostaza. Para chuparse los dedos.

Como soy muy maja, cuando vienen Fiodor, Darwin y Oreo a pedirme jamoncito york, les doy (a Edgar no, Edgar opina que el jamón york es para plebeyos, así que ni lo pide).

H.H. Aún no ha venido de trabajar, así que pienso: genial, cuando venga a casa tendré la comida preparada y a los gatos contentos, soy una crack.

Como calculo que queda poco para que H.H. llegue, pongo, ingenua de mí, los dos platos sobre la mesa del comedor y me siento un rato en mi escritorio (que también está en el comedor) para hacer tonterías con el ordenador (típico) mirando de vez en cuando la mesa para asegurarme de que ningún gato ataque nuestro almuerzo. Los gatos están entretenidos en la cocina, no hay de qué preocuparse, así que sin darme cuenta me sumerjo en blogs, páginas y se me va el santo al cielo leyendo (sí, lo sé, mal por mí).

Bruscamente, me interrumpe un sonido... de gato alimentándose. Aterrada levanto la vista y veo a Darwin con el hocico metido en el que iba a ser mi plato... Me levanto echándole una regañina y el tío ni se inmuta, sólo cuando estoy ya muy cerca levanta la vista del plato con cara de inocente como pensando: ah, ¿pero esto no era para mí?

Encima, se baja de la mesa sin darse mucha prisa y me quedo con unas pintas de pasmarote impresionantes, con los dos platos encima de la mesa. Darwin se monta en el sofá relamiéndose...

Así que sólo puedo mirarlo con odio y espetarle con todo el desprecio del que soy capaz: bueno, al menos dime si me ha salido rico ¿no?

(Al final, de la parte donde ha comido ha ido a la basura y he equilibrado de nuevo ambos platos... Maldito. Se ha quedado sin jamón york para la próxima... encima de que he tenido que hacer un gran esfuerzo para no ver que está hecho un tonelete y darle un capricho. A partir de ahora voy a ser la reina del hielo con él).


4 comentarios:

Gema dijo...

A mí también me ha pasado alguna vez y he hecho lo mismo que tú: quitar un poco de la parte "chupada por gato" y disimular el contenido de los platos... Es que si le pasa a mi chico, él tira el plato entero y a mí me parece un pecado tirar la comida!!
Es que hay que tener un cuidado...

Gatos y Gatunos dijo...

Para eso, Hirua es muy muy educada. Nunca pide comida, salvo que sea su latita que oye el sonido de su platito y se pone loca. Pero el otro... Sagu es horrible. En la cocina le puedes hacer lo que quieras, el vive por y para la comida. y no le damos, pero si nos descuidamos se lanza a por el tomate frito, el jamón york y el pan.

Mai dijo...

Y seguro que cuando se te ha pasado el calentón del enfado lo has vuelto a recordar y hasta te parecía gracioso verlo comer de tu plato ;)

Efi (la gata naturalista) dijo...

No te hagas la dura, ni la reina del hielo, que con esa cara te ablandará como quien yo me se, que es otro ladronzuelo "gordo"
Saluudos!