3.4.12

¡Pelos!

Se siente en la ropa, en los sofás, en la mesa, en el suelo.

Ha llegado la primavera y con ella el otoño del pelo gatuno, donde se cae en tal cantidad y frecuencia que parece que tengo una moqueta encima del suelo por mucho que limpie y tengo que estar con furmi y malta en mano día sí, día también.

Darwin y Oreo no son un problema tan grave porque al tener el pelo corto cortísimo, casi ni se sienten, pero Edgar y Fiodor con su lejana mezcla de angora me dejan todo hecho un desastre.

Así que cepillo arriba, cepillo abajo.

Al principio tenía un problema: ellos veían el furmi y se iban corriendo. Con paciencia y amor he aprendido que tengo que cogerlos en brazos, tenerlos un ratito calmados encima y sin que se dieran cuenta, alternar el furmi con caricias para que me dejen dominar la maleza gatuna que crece en sus lomos y patas y colas y cabeza y pecho y...

Tengo pelo tricolor metido en una bolsa, como un recuerdo de "El día de la madre": Inmensas bolas de pelo edgarianas que darían para hacer un segundo gato e incluso uno tercero, bolas más pequeñas pero de pelos más largos fiodorescos y blancos como su dueño, pelusilla naranja del gato rayado de esta casa que últimamente me deja que lo cepille... y de Oreo apenas tres pelos, porque esta chica parece que utiliza un champú de esos que permiten que no te quedes calva aunque uses casco de moto con pegamento.

A pesar de que no tengo alergia ninguna al pelo de gato a lo mejor esta es mi prueba de fuego en la que tengo que sobrevivir con pelos de 4 gatos metidos en los pulmones (casi). A lo mejor podría hacer un cursillo de supervivencia para los alérgico-asmáticos: pase una semana con nosotros, si no se muere, quedará usted inmunizado de por vida.

12 comentarios:

Gema dijo...

Agh, los pelos!!! Es una batalla perdida para mí... y mira que combato con todas las armas posibles: cepillos, malta, aspirador, rodillo quita-pelo... pero no hay forma!!!
Yo prefiero los pelos largos y gruesos de Apolo y Yunus, que se ven mejor y son más fáciles de quitar de la ropa, pero la pelusilla que sueltan los demás... la odiooo!! Últimamente procuro no vestir de oscuro porque aunque me pase el rodillo antes de salir, es sentarme en el coche y ya tengo pelos otra vez.. me desespero! Tengo un rodillo en casa, otro en el coche, otro en el trabajo, otro en el bolso...
Me alegro mucho de saber de tí, pensé que te había comido la lengua el gato ;)

Opiniones incorrectas dijo...

Ferny apenas suelta, será xq ama ser cepillado y siempre estoy en ello, será por lo que sea. Pero Jean Paul Gallego Rajoy, el gato de mi sobrino, ¡es exagerado!

Lo de vestir de negro con pelos es mi rutina xD

lyuti dijo...

Espero que estés un poco menos liada :).
Te entiendo. Llegas a vivir en una desesperación de limpieza constante. Y en otoño tienen otro particular otoño...
Yo tengo uno de pelo largo, otra con pelos sumamente finos, y tres más (o uno cojo, uno tuerto y tres más, o sea cinco), y lo he pasado muy mal con los pelos. A mi me han venido terriblemente bien las fundas de sofá de twentycats.com, tienen la particularidad de que no se les pega el pelo, y la chica que las cose es una ong en ella misma, vale la pena leer la presentación de su web. Y necesita ayuda en estos momentos como tantos otros gateros.

La Gatera dijo...

¡Ji, ji, ji! La temporada de pelos a gogó ya ha comenzado. Y es que para los humanos que convivís con gato la llegada de la primavera tiene un significado más peludo que para los demás.

¡En fin! ¡Vosotros seguid con aspiradores, cepillos y rodillos! ¡La guerra, sin duda y a pesar de los Sphinx, la ganaremos nosotros!

¡Saludetes gatunos!

PD.: También nos alegra saber de vosotros y que, como dice Gema, el gato no se os haya comido la lengua.

Elvira dijo...

Es que he estado fastidiada de salud y escribir se me hacía una tarea muuuy cuesta arriba. Pero nada grave, ahora a volver a gatear como siempre ;)

delavega dijo...

Como sigues , dejaste el blog sin arañar por mucho tiempo , claro el de Merlina se bloqueó en Diciembre pero ya lo puse en marcha, aunque tengo solo a Merlina el pelero es impresionante , pasamos aspiradora todos los días sale en la bolsa cualquier cantidad de pelo y al final todo sigue igual como en la canción , menos mal que Inocencia no tiene ese problema , que te mejores. Fidel y Merlina .

Mai dijo...

Los pelos forman parte de mi alimentación, abrigo y compañía xD
Con ese pelo que has recogido, bien te podrías hacer una bufanda, no? ;)

Gatos y Gatunos dijo...

No se yo si el alérgico va querer... jaja

Sagu no suelta casi pelos, pero Hirua es una pasada, podrías estar cepillándola la vida entera que nunca acabas.

Irene, Umpa Lumpa & cía dijo...

Yo creo que el disfraz del Umpa no entiende de épocas y los va soltando poco a poco a lo largo del año. Motivo por el que:
-Da igual las veces que me lave las manos mientras hago la comida, siempre hay un pelo del Umpa en el plato y hasta en la sartén y nunca sé exactamente cómo han podido llegar ahí.
-Estoy empezando a evitar el negro... paseo pelos del Umpa por todas partes y odio que me miren y me digan: "¿tienes un gato?"
Mmmm más o menos...

A Gréis la bañamos con frecuencia porque no puede limpiarse bien. Ahí suelta bastante pelo. Y de los pelos de Galia no tengo noticias. De todos modos, como son todos "clavados", creo que es imposible determinar quién es el culpable... jaja

Bb dijo...

A mi me da la risa cuando veo CSI, NCIS y series semejantes. Cuando encuentran un solo pelo en toda la casa y lo pasan por el análisis de adn. Aquí tendrían un trabajo brutal!!

lyuti dijo...

Espero que estés mejor y mejorando, las malas rachas de salud son duras. Cuando tenga tiempo veré el doc que mencionas en tu último post, al menos lo suficiente para hacerme una idea, aunque me barrunto que va sobre los tiempos que estamos viviendo. Un abrazo.

okinawa dijo...

puffff, a mí además se me cae muchísimo... y mamá ya ni cepillándome ni nada, y eso que con el cambio de comida (mmmm qué hambre!) no es tan exagerado como era.

yo creo que mamá ya se ha dado por vencida, y ya le da igual como esté todo, porque es intentar evitar lo inevitable.