Celo y apareamiento en gatos.

Para empezar a contaros las curiosidades del Diccionario Bilingüe gato/humano, creo que lo más lógico va a ser empezar por el celo y apareamiento, que precede a la gestación de un gatito, para ir poco a poco centrándome en los comportamientos según un orden más o menos cronológico.

EL CELO

El celo o estro suele estar presente en los meses de febrero a septiembre, donde tienen lugar la mayoría de camadas, a pesar de que existen otros celos eventuales donde también la gata puede quedarse embarazada.

1.El celo en la gata.

El primero suele ocurrir entre los 8 meses y el año. Se divide en 2 fases:

a) Proestro (fase de atracción de machos): Dura de 1 a 3 días. La gata maúlla desesperada, se revuelca por el suelo, da golpes con las patas traseras en el suelo y adopta posturas de monta a pesar de que no consiente el coito. Cargada de feromonas femeninas atraerá a los machos del lugar y comenzarán las peleas entre ellos para poder aparearse con la gata.

b) Estro (aceptación del cruce): La gata finalmente se aparea con los gatos más fuertes que hayan salido victoriosos en la lucha. El coito suele dolerle a la gata, la cual sólo acepta que la monten cuando está en celo.

1.El celo en el gato.

Suele ocurrir entre los 8 meses y el año.

El gato se pone muy nervioso, maúlla desesperado por las noches llamando a las gatas, suele aparecer el marcaje urinario sexual, puede hacer intentos de escaparse de casa...

Cuando por fin encuentra a una gata fértil -si no lo hace, estará dando el coñazo hasta que el celo se le pase, el cual puede durar de una a varias semanas, que volverá a reaparecer al mes o a los meses siguientes. Esto es igualmente válido para la gata- iniciará una pelea con los machos que también la pretendan. Si pierde o esperará su turno hasta que los otros terminen o se marchará en busca de otra gata. Si gana, será de los primeros en aparearse con ella, lo que me sugiere explicar ahora...

EL APAREAMIENTO

Una gata puede llegar a aparearse en un día con 20 gatos. Esto explica las altas probabilidades que hay de que en una misma camada, haya crías de distintos padres y salgan unas de color negro, otras blancas, otras rubias, otras con manchas, otras con rayas... El apareamiento es doloroso para la gata, de modo que si podéis evitárselo a vuestre nena, mejor que mejor. Al contrario de lo que mucha gente cree, una gata no debe quedarse embarazada una vez antes de esterilizarla. En lugar de mejorar su salud, el embarazo de una gata siempre conlleva riesgos para ella y para los gatitos. Por no hablar de la superpoblación de animales que ya existe y por el quebradero de cabeza del dueño para colocar a las crías después en distintos hogares (si tiene escrúpulos, si no hará como un desalmado que yo me sé y las dejará abandonadas por ahí a su suerte o las ahogará en un cubo... o cosas peores de las que no quiero ni hablar...).

Ya hablaré de la esterilización en otro momento, porque lo siguiente de lo que hablaré será del parto de la gata y de los gatitos.

Fuentes: Diccionario Bilingüe gato/humano. Editorial Vox y mi propia experiencia.